8 abr 2010

La lucha diaria de Heavy Metal

A modo de introducción a lo que será la presentación de la lucha libre peruana, llamada catchascán en el ideario de nuestros padres y abuelos, les presento la vida del nuevo abanderado de las patadas voladoras locales. Con ustedes Heavy Metal.


Para comenzar este relato, he de decir que Heavy Metal no es cualquier luchador, es un gladiador enmascarado. Dentro de los ritos del catch la tradición de la máscara es una de las más antiguas, y fomentadas en Latinoamérica. Ese gusto por esconder la verdadera identidad y dejar aflorar un alter ego capaz de las más grandes hazañas dentro de un ring. Nuestro catchascanista limeño esconde bajo su máscara plateada su 1.60 de estatura, y su origen humilde, para convertirse en un ídolo de multitudes, y el favorito de los niños.

Sin la máscara, nuestro personaje se llama Jorge, como miles en esta ciudad. Es un ser anónimo que se despierta temprano para llevar al colegio a su pequeño de cinco años, y luego ejercitar el cuerpo trotando por los cerros de ‘El Ermitaño’ en Independencia.

Dentro del ring de catchascán es conocido como el “rey del aire” debido a la agilidad que demuestra para dar saltos y dominar la tercera cuerda.A pesar de esto, pocos conocen de los  doce años de entrega que Heavy Metal le ha dedicado a la lucha libre.

“Si no fuera por la lucha libre no me hubiera mantenido lejos de las drogas y el alcohol. De mi promoción hay varios en cana y otros que murieron de un balazo. Por eso yo le debo mucho a la lucha, y no la voy a dejar”, sentencia el nuevo icono del catch.

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